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En memoria de Pedro Casaldáliga, Claretianos y Red Iglesias y Minería se comprometen a promover una economía que se distancie de la lógica extractivista

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Danos, Señor, aquella Paz extraña

que brota en plena lucha como una flor de fuego;

que rompe en plena noche como un canto escondido;

que llega en plena muerte como un beso esperado.

Don Pedro Casaldáliga

En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, Claretianos de las Américas y el Caribe y la Red Iglesias y Minería sellan el compromiso por la desinversión en minería. Entidades hacen un llamado a las congregaciones religiosas y organizaciones de fe, a romper desde dentro de la Iglesia, los círculos de violencia que amenazan a los pueblos indígenas. 

El pasado 9 de agosto se conmemoró el Día Internacional de los Pueblos Indígenas en un contexto ​​latinoamericano de presión, amenaza y muerte sobre miles de pueblos originarios que son los  guardianes y cuidadores de la selva, los bosques, los ríos, los frutos y el futuro. Conmemorar la existencia y la resistencia de los pueblos indígenas, hoy, nos  interpela a un compromiso hondo con la defensa de los territorios en peligro, el cuidado de la vida de millones de personas que a través de su cultura y su relación con la Tierra, cuidan del futuro y de la creación que nos ha sido dada.

A través del testimonio del Pueblo Mapuche y de toda la población de Chubut, en la Patagonia, a su lucha en contra de la minería, el evento recordó  los procesos violentos y colonizadores a los que los pueblos han sido sometidos. “Desconocen que estamos aquí y que queremos un modo de vivir. No nos garantizan la propiedad indígena y comunitaria de la tierra y así se permite el avance de las industrias extractivas.” Angel Callupil, lideranza mapuche y miembro del Equipo de Pastoral Aborigen de Argentina.

La ocasión fue también una oportunidad para reforzar las luchas,  la alegría y la esperanza con la que día a día  celebran la vida, en resistencia, en defensa continua y en búsqueda del bien común.

Profeta e Poeta Pedro Casaldáliga

A un año de la muerte del obispo claretiano Pedro Casaldáliga, en memoria y ofrenda viva de su legado,  la congregación de Claretianos de América y el Caribe ha sellado su firme compromiso  para denunciar la violencia genocida y arrolladora que se teje en los intereses de las empresas extractivas. “Hemos asumido como una de nuestras prioridades continentales la lucha y la resistencia a la Mega minería y el compromiso con la vida en sus diferentes manifestaciones” agrega Emilia Sena, laica y miembro del Equipo de SOMICLA. . La congregación de Claretianos de América y el Caribe, ​​con la organización Solidaridad y Misión – SOMICLA,  le dice NO a las inversiones en minería.

Pedro Casaldáliga fue obispo de São Félix do Araguaia, en el noreste de Mato Grosso. Salió de España bajo la dictadura franquista para instalarse en San Félix, entonces un pueblo de 600 habitantes. Llegó a Brasil en 1968 y fue ordenado obispo tres años después. La Prelatura del Xingu tenía 150 mil kilómetros cuadrados y allí era donde Pedro actuaba. El latifundio se instaló de forma violenta en esta región, expulsando a los pueblos y a los indígenas, esclavizando a los trabajadores sin tierra con el apoyo de la policía y la financiación pública. Pedro identificó el latifundio como el enemigo del pueblo.

En memoria del profeta claretiano, la congregación junto con la red Iglesias y Minería llaman a la Campaña de Desinversión Minera denunciando la violencia financiera que mata a las poblaciones; denuncian los capitales que quieren seguir acumulando a costa de la vida de las personas y la devastación de la tierra. Muchos sectores de la Iglesia tienen sus inversiones en empresas mineras y otras extractivas, causantes de las amenazas más agudas que presionan los pueblos indígenas ahora.

La Red Iglesias y Minería y los Misioneros  Claretianos de América  a través del Área de Solidaridad y Misión, promueven la campaña de Desinversión en Minería, en la búsqueda de un modelo económico evangélico, que promueva la justicia y la dignidad de las personas y de los Pueblos. “Asumimos nuestra corresponsabilidad en inversiones éticas, que favorezcan la vida y las iniciativas de las comunidades”, señala la carta firmada (LEA LA CARTA)  por miembros de la organización Solidaridad y Misión. “Nos comprometemos a promover las economías solidarias basadas en los valores del cooperativismo, para una conversión ecológica (cf. DfS 70 y LS 101)”

La Adhesión a la Campaña de Desinversión en Minería por parte de la Red de Solidaridad y Misión de los Misioneros Claretianos de América con Presencia en la ONU, supone un signo de esperanza y luz para muchas más congregaciones y organizaciones de fe, en un camino de coherencia ética, transformación y acción desde dentro de la Iglesia, en un proceso hacia economías samaritanas  donde nadie se quede atrás y en el horizonte de  una tierra sin males.

Para saber más sobre la Campaña de Desinversión Minera, visite el sitio web (divestinmining.org) o escriba al equipo de la Red de Iglesias y Minería.

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