En Austria hemos sentido una escucha amorosa, empática. Hemos visto conmoción en los rostros de quienes nos escuchan mientras relatamos lo que se vive en nuestros territorios a causa de la actividad minera. Las congregaciones religiosas, han sido muy abiertas a acoger estos testimonios.
Esa empatía se traduce en propuestas:
Promover el encuentro, la escucha permanente, la articulación entre iglesias europeas y latinoamericanas, hacernos comunidades de vida, donde se comparten los sufrimientos y las esperanzas y que a partir de esto, la Iglesia de Viena, de Austria, pueda profundizar sus acciones y compromisos.
El encuentro con el cardenal Christoph Schönborn, O.P., Arzobispo de Viena fue muy sentido y afectivo. Su reacción fue de mucha sorpresa e indignación por la de la falta de responsabilidad empresarial y la negligencia, indiferencias y complicidad gubernamental en los proyectos de extracción minera que nos afectan.
La Iglesia de Austria, con DKA, impulsa la Campaña que reflexiona de manera crítica el Uso del Oro en las Iglesias, para reflexionar sobre la extracción histórica de estos recursos, el uso litúrgico, la necesidad real de seguirlo manteniendo, entre otras. La Campaña de Desinversión en Minería y la Campaña de Uso del Oro en las Iglesias, están en sintonía y estrechando estrategias conjuntas.
Partido verde, de Austria se muestra en sintonía y respaldo con la lucha que llevamos como Red Iglesias y Minería. Están consientes de la responsabilidad de Europa con América Latina.
PROPONEN: Fortalecer este trabajo juntos, para lograr incidir. Las voces de América Latina son necesarias para hacer comprender la necesidad de asumir las responsabilidades e impulsar esos cambios en América Latina, Asia y África.
En el Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio: Nos indicaron que no existen mucha relación institucional con los países presentes (Brasil. Colombia, Ecuador, Honduras).
Reflexionamos que la relación no es sólo de los Estados, sino que esa relación puede estra marcada por el FINANCIAMIENTO. Bancos privados y bancos de desarrollo, que se benefician de fondos austriacos y que manejan prácticas irresponsables.
Por ello, la responsabilidad de impulsar juntos, el Tratado Vinculante y Ley de Debida Diligencia.
El desafío es muy grande, porque no existe voluntad política para impulsar estas medidas de responsabilidad, sino que por el contrario, desde el Ministerio de Economía, se gestionan mecanismos más blandos.
Los esfuerzos continúan, por leyes justas y de reparación, cuando funcionarios del Ministerio mencionan la necesidad de dar un paso más, y que los mecanismos de responsabilidad social empresarial voluntario ya no son suficientes, frente a todo lo que vivimos en estos tiempos extractivistas.